Él no decía esto porque le interesaran los pobres, sino porque era un ladrón. Él era quien administraba el dinero de los discípulos y a menudo tomaba de ese dinero para sí mismo.
No estoy hablando de todos ustedes—Yo conozco a los que he escogido. Pero para cumplir la Escritura: ‘El que comparte mi comida se ha vuelto contra mí’.
Entonces Pedro le preguntó: “Ananías, ¿por qué Satanás ha entrado a tu corazón para mentir al Espíritu Santo y reservarte parte del dinero de la tierra que vendiste?