Y cuando Jesús tuvo doce años de edad, fueron a la fiesta de la Pascua, como siempre lo hacían.
Todo varón israelita debe presentarse ante el Señor Dios en estas tres ocasiones cada año.
Los padres de Jesús viajaban a Jerusalén cada año para la fiesta de la Pascua.
Cuando terminó la fiesta y era tiempo de regresar a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, pero sus padres no se dieron cuenta de ello.
Cuando llegó a Nazaret, la ciudad donde había crecido, entró el sábado a la sinagoga como de costumbre.
Pero cuando llegó a Galilea, el pueblo lo recibió porque ellos también habían estado en la fiesta de la Pascua y habían visto todo lo que él había hecho en Jerusalén.