Las semillas sembradas en buen suelo son las personas que escuchan el mensaje, lo entienden, y producen buena cosecha—algunos cien, otros sesenta, y otros treinta veces lo que fue sembrado”.
El siervo que recibió dos talentos también vino. ‘Mi señor’, le dijo, ‘me entregaste dos talentos. Mira, he obtenido una ganancia de dos talentos más’.
Pero las semillas que fueron sembradas en el buen suelo representan a aquellos que escuchan la palabra, la aceptan, y produce fruto, produciendo treinta, sesenta y hasta cien veces más lo que originalmente se sembró.