Entonces le preguntaron por señas a Zacarías, el padre del niño, cómo quería llamar a su hijo.
Cuando finalmente salió, no pudo hablarles. Y ellos se dieron cuenta de que había tenido una visión en el Templo, pues aunque podía hacer señas, estaba completamente mudo.
“Pero no hay ninguno entre tus parientes que tenga este nombre”, le dijeron.