“Ve con Aarón y sus hijos, y toma sus vestidos sacerdotales, el aceite de la unción, el toro de la ofrenda por el pecado, dos carneros y la cesta de los panes sin levadura,
El sacerdote se pondrá sus ropas de lino y su ropa interior, y tomará del altar las cenizas grasosas del holocausto que el fuego ha quemado y las pondrá al lado del altar.
A diferencia de los sumos sacerdotes humanos, él no necesita ofrecer sacrificios diarios por sus pecados y los de las personas. Él lo hizo una vez, y por todos, cuando se dio a sí mismo como ofrenda.