Cuando se den cuenta de su pecado, deben traer un toro joven como ofrenda por el pecado y presentarlo ante el Tabernáculo de Reunión.
Ese día el príncipe ofrecerá un toro como ofrenda por el pecado para él y para todos los habitantes del país.
Cuando se dé cuenta de su pecado, debe traer un macho cabrío sin defectos como ofrenda.
Cuando se dé cuenta de su pecado, debe traer una cabra sin defectos como ofrenda por ese pecado.
“Si es el Sumo Sacerdote quien peca y trae la culpa sobre todos, debe presentar al Señor un novillo sin defectos como ofrenda por su pecado.