Deben ser santos para su Dios y no deshonrar la reputación de su Dios. Ellos son los que presentan las ofrendas de comida al Señor, la comida de su Dios. Por consiguiente, deben ser santos.
Les dije: “Ustedes están apartados para el Señor, y estos objetos del Templo también lo están. La plata y el oro son una ofrenda voluntaria al Señor, el Dios de vuestros antepasados.
Además de todas sus prácticas ofensivas, ustedes invitaron a extranjeros inconversos y paganos para entrar en mi santuario. Hiciste impuro mi Templo incluso mientras me ofrecías comida, la grasa y la sangre. Rompiste mi acuerdo.
Moisés explicó a Aarón: “Esto es lo que el Señor estaba hablando cuando dijo: ‘Mostraré mi santidad a los que se acerquen a mí; revelaré mi gloria para que todos la vean’”. Pero Aarón no respondió.
“Dile a Aarón: Estas reglas se aplican a todas las generaciones futuras. Si alguno de sus descendientes tiene un defecto físico, no se le permite venir a presentar las ofrendas de su Dios.
“A ningún descendiente del sacerdote Aarón que tenga un defecto se le permite venir y presentar las ofrendas de comida al Señor. Debido a que tiene un defecto, no debe venir y ofrecer la comida de su Dios.
pero como tiene un defecto, no se le permite acercarse a la cortina o al altar, para que mi santuario y todo lo que hay en él no se vuelva impuro, porque yo soy el Señor que los hago santos”.
Lo considerarán santo porque presenta las ofrendas de comida a su Dios. Él será santo para ti, porque yo soy santo. Yo soy el Señor, y te elegícomomi pueblo especial.
Entonces le dijo a Coré y a todos los que estaban con él: “Por la mañana el Señor va a demostrar quién es suyo y quién es santo, y permitirá que esa persona se acerque a él. Sólo permitirá que se acerque a él quien él elija.
En cambio, ustedes son una familia elegida de manera especial, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios. Por eso, pueden revelar las cosas maravillosas que él ha hecho, al sacarlos de la oscuridad a su luz admirable.