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Referencias Cruzadas
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Juan 9:16

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Algunos de los Fariseos dijeron: “El hombre que hizo esto no puede venir de Dios porque no guarda el Sábado”. Pero otros se preguntaban: “¿Cómo puede un pecador hacer tales milagros?” De modo que tenían opiniones divididas.

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18 Referencias Cruzadas  

Allí había un hombre que tenía la mano tullida. “¿Acaso permite la ley sanar en Sábado?” le preguntaron ellos, buscando así un motivo para acusarlo.

Cuando los Fariseos vieron esto, le dijeron a Jesús: “¡Mira a tus discípulos! ¡Están haciendo lo que no se debe hacer en Sábado!”

Sin embargo, el líder de la sinagoga estaba molesto porque Jesús había sanado en sábado. Entonces dijo a la multitud: “Hay seis días para trabajar. Vengan para ser sanados en esos días, no el sábado”.

Otra vez los judíos estaban dando opiniones sobre estas palabras que dijo Jesús.

Créanme cuando les digo que yo vivo en el Padre y el Padre en mí, o al menos créanlo por la evidencia de todo lo que he hecho.

Si yo no les hubiera dado una demostración mediante cosas que nadie ha hecho antes, ellos no serían culpables de pecado; pero a pesar de haber visto todo esto, me odiaron a mí y también a mi Padre.

Esta fue la primera de las señales milagrosas de Jesús, y fue realizada en Caná de Galilea. Aquí él dio a conocer su gloria, y sus discípulos pusieron su confianza en él.

Él vino por la noche donde Jesús estaba y le dijo: “Rabí, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte Dios, porque nadie podría hacer las señales milagrosas que tú estás haciendo a menos que Dios esté con él”.

Así que los judíos le dijeron al hombre que había sido sanado: “¡Es Sábado! ¡Es contra la ley cargar una camilla!”

Pero la evidencia que les estoy dando es más grande que la de Juan. Porque yo estoy haciendo el trabajo que mi Padre me dio para que hiciera,

Entonces los judíos comenzaron a pelear acaloradamente entre ellos. “¿Cómo puede este hombre darnos a comer su carne?” preguntaban.

Muchas personas entre la multitud se quejaban de él. Algunos decían: “Él es un buen hombre”, mientras que otros discutían: “¡No, Él engaña a la gente!”

Si ustedes se circuncidan en sábado para asegurarse de que la ley de Moisés se guarda, ¿por qué están enojados conmigo por sanar a alguien en sábado?

Entonces había entre la multitud grandes diferencias de opiniones acerca de él.

Por segunda vez, llamaron al hombre que había estado ciego y le dijeron: “¡Dale la gloria a Dios! Sabemos que este hombre es un pecador”.

Los habitantes de la ciudad estaban divididos, pues algunos apoyaban a los judíos y otros a los apóstoles.




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