Así que los Fariseos también le preguntaron cómo pudo ver. Él les dijo: “Él puso barro sobre mis ojos, y yo me lavé, y ahora puedo ver”.
Entonces le preguntaron a Baruc: “Ahora dinos, ¿cómo llegaste a escribir todo esto? ¿Te lo dictó Jeremías?”
Entonces siguieron interrogando al hombre: “Ya que fueron tus ojos los que él abrió, ¿cuál es tu opinión acerca de él?” preguntaron ellos. “Sin duda, él es un profeta”, respondió el hombre.