¿No crees que yo vivo en el Padre y que el Padre vive en mí? Las palabras que yo hablo no son mías; es el Padre que vive en mí quien está haciendo su obra.
Yo les he dado el mensaje que tú me diste a mí. Ellos lo aceptaron, estando completamente convencidos de que vine de ti, y ellos creyeron que tú me enviaste.
El que viene de arriba es más grande que todos; el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla cosas terrenales. El que viene del cielo es más grande que todos.
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo basándome en lo que se me dice, y mi decisión es justa, porque no estoy haciendo mi propia voluntad sino la voluntad de Aquél que me envió.
“Cuando ustedes hayan levantado al Hijo del hombre sabrán entonces que yo soy el ‘Yo soy,’ y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó.
Todos aquellos que se vuelven extremistas y no siguen la enseñanza de Cristo, ni tienen a Dios. Los que siguen la enseñanza de Cristo tienen tanto al Padre como al Hijo en ellos.
Esta es la revelación de Jesucristo, la cual Dios entregó para mostrar a sus siervos lo que sucederá pronto. Él envió a su ángel para revelarla a su siervo Juan,