Pero Dios se le apareció a Abimelec en un sueño, y le dijo: “¡Presta atención! Morirás, porque la mujer que has tomado ya está casada. Ella tiene un esposo”.
De modo que si ella vive con otro hombre mientras su esposo está vivo, ella estaría cometiendo adulterio. Sin embargo, si su esposo muere y ella se casa con otro hombre, entonces ella no sería culpable de adulterio.
También he adquirido como esposa a Rut la moabita, viuda de Mahlón. Al tener hijos que puedan heredar sus bienes, su nombre se mantendrá vivo en su familia y en su ciudad natal. Ustedes son testigos de esto hoy”.