Anás y Caifás eran los sumos sacerdotes en turno. Este fue el tiempo en que la palabra de Dios vino a Juan, el hijo de Zacarías, quien vivía en el desierto.
Simón Pedro siguió a Jesús, y otro discípulo también lo hizo. Este discípulo era muy conocido por el Sumo sacerdote, y por eso entró al patio del Sumo sacerdote con Jesús.