Los judíos que habían estado consolando a María en la casa vieron cómo ella se levantó rápidamente y salió. Entonces la siguieron, pensado que se dirigía a la tumba a llorar.
Una gran multitud había descubierto que él estaba allí. Llegaron al lugar no solo para ver a Jesús sino porque querían ver a Lázaro, el hombre a quien Jesús había levantado de los muertos.
El que vio esto dio testimonio de ello, y su testimonio es verdadero. Él está seguro de que lo que dice es verdadero a fin de que ustedes crean también.
desde el tiempo cuando Juan estuvo bautizando hasta el día en que fue llevado al cielo ante nosotros. Uno de estos debe ser elegido para que se una a nosotros como testigo, dando fe de la resurrección de Jesús”.