Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas
- Anuncios -




Jeremías 45:3

Versión Biblia Libre

Te has estado quejando, diciendo: “¡Tengo tantos problemas porque el Señor me ha dado tristeza para agravar mi dolor! Me he agotado con mis gemidos. No consigo ningún alivio”.

Ver Capítulo Copiar

28 Referencias Cruzadas  

“De todos modos, mis quejas hoy siguen siendo amargas. A pesar de mis gemidos, me sigue castigando.

¡Ay de mí! Que soy extranjero en Meséc, que he acampado entre las tiendas de Cedar.

Sin embargo, estoy completamente seguro que veré la bondad del Señor, incluso en esta vida.

Tu voz retumba en medio de aguas tormentosas, a través del sonido de cascadas. Tus olas furiosas se levantan contra mí y siento que me ahogo.

Mis gemidos me han consumido. Cada noche mi cama se inunda con mi llanto, y mi sillón rebosa con mis lágrimas.

De tanto llorar no puedo casi ni ver. Mis ojos se debilitan por la agonía que me causan mis enemigos.

Estoy cansado de gritar pidiendo ayuda. Mi garganta ya está reseca. Mis ojos están hinchados de tanto llorar a la espera de la ayuda de mi Dios.

Si te rindes en el momento de la prueba, mostraras cuan débil eres.

Esto es lo que el Señor, el Dios de Israel, te dice, Baruc:

Nada me consuela en medio de mi sufrimiento; Me siento terrible por dentro.

Cómo quisiera que mi cabeza fuera un manantial de agua, y mis ojos una fuente de lágrimas. Entonces lloraría día y noche por todo mi pueblo que ha sido asesinado.

Envió fuego del cielo que destruyó mis huesos. Extendió una red para atrapar mis pies y me hizo tropezar. Me abandonó, dejándome enferma todo el día.

¡Ojalá vieras las cosas malas que han hecho! Trátalos como me has tratado a mí a causa de todos mis pecados, porque estoy gimiendo todo el tiempo, y mi corazón está enfermo.

Aunque nos venga la tristeza, él nos muestra misericordia porque su amor fiel es muy grande.

Así pues, como Dios en su misericordia nos ha proporcionado esta nueva manera de relacionarnos con él, no nos rendimos.

Por eso no nos rendimos. Aunque nuestros cuerpos físicos están cayéndose a pedazos, nuestro interior se renueva cada día.

No nos cansemos nunca de hacer el bien, pues segaremos en el momento apropiado, si somos perseverantes.

Hermanos y hermanas, no dejen de hacer el bien.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos