Peca, hijo de Remalías, uno de sus oficiales, conspiró contra él junto con Argob, Arieh y cincuenta hombres de Galaad. Peca atacó y mató a Pecajías en la fortaleza del palacio del rey en Samaria, y asumió como rey.
Pero tú, Dios, derribarás a los asesinos y a los mentirosos, arrojándolos al pozo de la destrucción antes de que hayan vivido la mitad de sus vidas. Y yo, confiaré en ti.
Pero tú eres arrojado de tu tumba como una rama que nadie quiere, enterrado bajo los cuerpos de los muertos por la espada. Eres como un cadáver pisoteado. Te han arrojado a un pozo lleno de piedras.
Corren para hacer el mal; se apresuran a asesinar a inocentes. Sus mentes están llenas de pensamientos pecaminosos; sólo causan estragos y destrucción.