Pero sucedió que una gran hambruna había azotado esta tierra. De modo que Abrán siguió hacia Egipto, con planes de vivir allí, pues la hambruna era muy severa.
La hambruna se había extendido por todo el país, así que José abrió todos los almacenes y vendió el grano al pueblo de Egipto. La hambruna era muy mala en Egipto,
José era el gobernador del país y vendía grano a todo el pueblo de allí. Los hermanos de José fueron a él y se inclinaron ante él con el rostro en tierra.
Si no lo haces, el pueblo de Egipto dirá: ‘El Señor los sacó para matarlos en el desierto porque no pudo llevarlos a la tierra que les había prometido, y porque los odiaba’.