“¡Mira! Me expulsas en este instante, maldiciendo la tierra y echándome de tu presencia. Ahora tendré que esconderme y seré siempre un prófugo, errante por toda la tierra. ¡Y cualquiera que me encuentre me matará!”
“Haré que aquellos de ustedes que sobrevivan se desanimen tanto que mientras vivan en las tierras de sus enemigos incluso el sonido de una hoja soplando en el viento les asustará para que huyan! Huirán como si fuerais perseguidos por alguien con una espada, y caerán aunque nadie los persiga.
Pero si no obedeces al Señor tu Dios siguiendo cuidadosamente todos sus mandamientos y normas que te estoy dando hoy, entonces experimentarás todas las siguientes maldiciones y más: