Jacob mandó a buscar a Raquel y a Lea, pidiéndoles que vinieran a su encuentroen los campos donde estaba apacentando los rebaños.
Labán tenía dos hijas. La mayor se llamaba Lea, y la más joven se llamaba Raquel.
Entonces El Señor le dijo a Jacob: “Regresa al país de tus antepasados, al hogar de tus padres. Y yo estaré contigo”.
“He notado que su padre me está tratando diferente a la manera como me trataba antes”, les dijo. “Pero el Dios de mi padre estará conmigo.