Entonces el Señor llamó a Adán: “¿Dónde estás?”
Pero el Señor descendió para mirar la ciudad y la torre que estas personas estaban construyendo.
Y le preguntó: “¿De dónde vienes, Agar, esclava de Sarai, y hacia dónde vas?” “Estoy huyendo de mi señora Sarai”, respondió Agar.
“¿Dónde está tu esposa Sara?” le preguntaron. “Está allá adentro, en la tienda”, les contestó.
“¿Dónde está tu hermano Abel?” le preguntó el Señor a Caín. “¿Cómo podría saberlo?” respondió Caín. “¿Acaso se supone que debo ser el cuidador de mi hermano?”
Cuando Giezi regresó y atendió a su amo, Eliseo le preguntó: “¿Dónde has estado, Giezi?” “Tu siervo no ha estado en ninguna parte”, respondió.