Entonces dijo: “Hijo mío, tráeme de la comida de caza que me has preparado para comer, y así podré darte mi bendición”.Así que Jacob trajo para su padre Isaac comida para comer y vino para beber.
Entonces Jacob se inclinó y lo besó, e Isaac pudo oler la ropa que Jacob estaba usando. Así que procedió a darle su bendición, pensado para sí: “El olor de mi hijo es como el olor de un campo que el Señor ha bendecido”.
Así que Joab fue y le contó al rey lo que Absalón había dicho. Entonces David llamó a Absalón, quien vino y se inclinó con el rostro en el suelo ante él en señal de respeto. Entonces el rey besó a Absalón.