Génesis 19:22

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Pero apresúrate y vete allí rápidamente, porque no podré continuar hasta que estés allí”. (Por esto esta ciudad de llamó Zoar).

Referencias Cruzadas

Génesis 13:10

Lot miró todo el valle del Jordán, en dirección a Zoar, y vio que estaba bien abastecido de agua, y que lucía como el jardín de Edén, como la tierra de Egipto. (Esto era antes de que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra).

Génesis 14:2

Juntos atacaron a Bera, el rey de Sodoma, a Birsá, rey de Gomorra, a Sinab, rey de Admá, a Semeber, rey de Zeboyín, y al rey de Bela (que también se le conocía como Zoar).

Génesis 19:21

“Está bien. Haré lo que me pides”, respondió el Señor. “No destruiré la ciudad que me has mencionado.

Génesis 19:23

Cuando Lot llegó a Zoar ya había salido el sol.

Éxodo 32:10

¡Ahora déjame! Estoy enfadado con ellos... ¡Déjame acabar con ellos! Te convertiré en una gran nación”.

Isaías 15:5

Lloro por Moab. Los refugiados moabitas corren hasta Zoar y hasta Eglat-selisiya. Llorando suben a la colina de Luhith; llorando por su destrucción recorren el camino hacia Horonaim.

Isaías 65:8

Esto es lo que dice el Señor: Es como cuando queda un poco de jugo en un racimo de uvas y la gente dice: No te deshagas de todo; todavía hay algo bueno en él, yo haré lo mismo con mis siervos: no los destruiré a todos.

Jeremías 48:34

Los gritos de auxilio llegan desde Hesbón hasta Elealeh y hasta Yahaza. Gritan desde Zoar hasta Horonaim y Eglat-Selisiyá, pues hasta el agua del arroyo Nimrín se ha secado.

Marcos 6:5

El resultado fue que Jesús no podía hacer milagros allí, sino apenas sanar a algunas personas enfermas.

Deuteronomio 34:3

el Néguev y el valle del Jordán desde Jericó (la ciudad de las palmeras) hasta Zoar.

Deuteronomio 9:14

Déjeme, para que pueda destruirlos y borrar su nombre por completo. Entonces te convertiré en una nación aún más poderosa e importante que ellos”.

2 Timoteo 2:13

Si somos infieles, él sigue siendo fiel, porque él no puede ser infiel consigo mismo”.

Tito 1:2

Esto les da la esperanza de una vida eterna que Dios (quien no puede mentir) prometió desde edades atrás,