Siete días pasaron después de que el Señor llegara al Nilo.
Entonces Gad fue y le dijo a David: “Puedes elegir tres años de hambre en tu tierra; o tres meses huyendo de tus enemigos mientras te persiguen; o tres días de peste en tu tierra. Así que piénsalo y decide cómo debo responder a quien me ha enviado”.
Nadie podía ver a nadie más, y nadie se movió de donde estaba durante tres días. Pero todavía había luz donde vivían todos los israelitas.
Todos los egipcios cavaron a lo largo del Nilo porque no podían beber su agua.
El Señor le dijo a Moisés: “Ve a ver al Faraón y dile: ‘Esto es lo que dice el Señor: Deja ir a mi pueblo, para que me adoren.