“¿Qué tiene eso que ver con ustedes, hijos de Sarvia?” , respondió el rey. “Si me está maldiciendo porque el Señor se lo ha dicho, ¿quién puede cuestionar lo que hace?” .
Se han ido todas las buenas personas, no queda ninguno que haga el bien. Todos procuran asesinar a otros; tratan de tender trampas hasta a sus propios hermanos.
“Seis de los pueblos que le das a los levitas serán pueblos santuarios, donde una persona que mata a alguien puede correr para protegerse. Además de estas ciudades, dale a los levitas cuarenta y dos más .
No muevas los linderos de tu vecino. Fue colocado allí por tus antepasados para marcar la asignación de tierra que recibirás en el país que el Señor tu Dios te está dando como posesión.
“¡Sólo mira! Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te entregó a mí en la cueva. Algunos me instaron a matarte, pero yo te mostré compasivo y dije: ‘Me niego a atacar a mi amo, porque es el ungido del Señor’.
Los hombres de David le dijeron: “Hoy es el día que el Señor te prometió al decirte: ‘Escucha, voy a entregarte a tu enemigo, para que hagas con él lo que quieras’”. Entonces David se acercó sigilosamente y cortó un trozo del borde del manto de Saúl.