Éxodo 16:23

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Moisés respondió: “Estas son las instrucciones del Señor: ‘Mañana es un día especial de descanso, un sábado santo para honrar al Señor. Así que horneen lo que quieran, y hiervan lo que quieran. Luego aparten lo que quede y guárdenlo hasta la mañana’”.

Referencias Cruzadas

Nehemías 9:13

Descendiste en el monte Sinaí. Les hablaste desde el cielo. Les diste caminos correctos para vivir, leyes verdaderas, y buenos reglamentos y mandamientos.

Nehemías 9:14

Les explicaste tu santo sábado. Les diste mandamientos, reglamentos y leyes por medio de tu siervo Moisés.

Éxodo 16:19

Entonces Moisés les dijo: “Nadie debe dejar nada para mañana”.

Éxodo 23:12

“Tendrán seis días para hacer su trabajo, pero el séptimo día deben dejar de trabajar, para que su buey y su asno puedan descansar, y las familias de sus esclavos puedan recuperar el aliento, así como los extranjeros que viven entre ustedes.

Éxodo 31:15

Seis días podrán trabajar, pero el séptimo día será un día de descanso, santo para el Señor. Cualquiera que trabaje en el día de descanso debe ser asesinado.

Jeremías 17:22

No saquen carga de sus casas ni hagan ningún trabajo en el día de reposo. Santifiquen el día de reposo, tal como se lo ordené a sus antepasados.

Levítico 23:3

Tienen seis días para trabajar, pero el séptimo día es un sábado de completo descanso, un día sagrado de reunión. No trabajarán. Es el Sábado del Señor en todos los lugares donde vivas.

Números 11:7

El maná tenía la apariencia de semillas de cilantro, de color claro como la resina.

Números 11:8

El pueblo salía a recogerlo, lo molíancon un molino o lo trituraban en un mortero; luego lo hervirían en una olla y lo convertirían en pan plano. EL sabor era como de pasteles hechos con el mejor aceite de oliva.

Lucas 23:56

Luego regresaron y prepararon especias y ungüentos. Pero el sábado descansaron, guardando el mandamiento.

Deuteronomio 5:12

“Recuerda el sábado para santificarlo, como el Señor, tu Dios, te ha ordenado.

Apocalipsis 1:10

Fui lleno del Espíritu en el día del Señor, y escuché una voz fuerte detrás de mí, que sonaba como una trompeta.