Asaron al fuego los sacrificios de la Pascua, como se requiere, y cocieron las ofrendas sagradas en ollas, calderos y sartenes, y las llevaron rápidamente a los laicos.
Lavarás las entrañas y las piernas con agua, y el sacerdote lo quemará todo en el altar como una ofrenda quemada, una ofrenda de comida, para ser aceptada por el Señor.