El Señor le dijo a Moisés: “Hay una última plaga que derribaré sobre el Faraón y sobre Egipto. Después de eso os dejará marchar, pero cuando lo haga, os expulsará a todos del país.
A medianoche el Señor mató a todo primogénito varón en la tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón, que estaba sentado en su trono, hasta el primogénito del prisionero en la cárcel, y también todo el primogénito del ganado
Pero el Señor le dijo a Moisés: “Ahora verás lo que le haré al Faraón. Con mi gran fuerza lo obligaré a dejarlos ir; por mi poder los enviará fuera de su país”.
¿Ha intentado algún dios sacar una nación de otra nación y hacerla suya, usando pruebas y señales y milagros y guerra – con su gran poder e increíble fuerza y acciones aterradoras – como el Señor su Dios lo hizo por ustedes en Egipto, ante tus propios ojos?
“¿Qué clase de ofrenda por la culpa debemos enviarle?” , preguntaron los filisteos. “Cinco objetos de oro en forma de tumor y cinco ratas de oro que representen el número de gobernantes de los filisteos”, respondieron. “La misma plaga los atacó a ustedes y a sus gobernantes.