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Referencias Cruzadas
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Esdras 1:7

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El rey Ciro también recuperó los objetos pertenecientes al Templo del Señor que Nabucodonosor había tomado de Jerusalén y colocado en el templo de su dios.

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13 Referencias Cruzadas  

Nabucodonosor tomó todos los tesoros del Templo del Señor y del palacio real, y cortó todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el Templo del Señor, como el Señor había dicho que sucedería.

En la primavera del año, el rey Nabucodonosor lo llamó y lo llevó a Babilonia, junto con objetos valiosos del Templo del Señor, e hizo que el tío de Joaquín Sedequías rey sobre Judá y Jerusalén.

Se llevó a Babilonia todos los artículos, grandes y pequeños, del Templo de Dios, del tesoro del Templo, del rey y de sus funcionarios.

Nabucodonosor también tomó algunos objetos del Templo del Señor, y los puso en su templo en Babilonia.

Incluso devolvió los objetos de oro y plata pertenecientes al Templo de Dios, que Nabucodonosor había tomado del Templo de Jerusalén y colocado en su templo de Babilonia. El rey Ciro se los entregó a un hombre llamado Sesbasar, a quien había nombrado gobernador,

Además, los objetos de oro y plata del Templo de Dios, que Nabucodonosor tomó del Templo de Jerusalén y llevó a Babilonia, también deben ser devueltos al Templo de Jerusalén y colocados allí.

Yo castigaré a Bel en Babilonia. Le obligaré a escupir lo que se ha tragado. La gente de otras naciones ya no correrá a adorarle. Hasta la muralla de Babilonia ha caído.

El Señor le permitió derrotar al rey Joacim, y también para llevarse algunos de los objetos utilizados en el Templo de Dios. Los llevó de vuelta a Babilonia, a la casa de su dios, colocándolos en el tesoro de su dios.

Has desafiado con arrogancia al Señor del cielo y has hecho que te trajeran las copas y los cuencos de su Templo. Tú y tus nobles, tus esposas y concubinas, bebisteis vino de ellos mientras alababas a dioses de plata, oro, bronce, hierro, madera y piedra que no pueden ver ni oír ni saber nada. Pero no han honrado a Dios, que tiene en su mano su propio aliento y todo lo que hacen.




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