Eclesiastés 8:9

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Examiné todas estas cosas, y pensé en todo lo que sucede aquí en la tierra, y en el daño que se causa cuando la gente domina a los demás.

Referencias Cruzadas

2 Reyes 25:7

Mataron a los hijos de Sedequías mientras él miraba, y luego le sacaron los ojos, lo ataron con grilletes de bronce y lo llevaron a Babilonia.

Éxodo 14:28

El agua cayó sobre ellos y cubrió los carros y los jinetes, así como todo el ejército del Faraón que había perseguido a los israelitas hasta el mar. Ni uno solo de ellos sobrevivió.

Eclesiastés 1:14

Examiné todo lo que la gente hace aquí en la tierra, y descubrí que todo es tan temporal; ¡tratar de entenderlo es como tratar de sujetar el viento!

Eclesiastés 3:10

He examinado lo que Dios nos da por hacer.

Eclesiastés 3:16

También observé que aquí en la tierra había maldad incluso en el lugar donde se suponía que había justicia; incluso donde las cosas debían ser correctas, había maldad.

Eclesiastés 4:1

Entonces me puse a pensar en todas las formas en que la gente oprime a los demás aquí en la tierra. Miren las lágrimas de los oprimidos: ¡no hay nadie que los consuele! Los poderosos los oprimen, ¡y no hay nadie que los consuele!

Eclesiastés 5:13

Aquí he observado algo que es realmente enfermizo: Las personas que acumulan dinero se perjudican a sí mismas.

Eclesiastés 5:7

Ciertamente hay muchos sueños, preguntas sobre su significado y muchas ideas diferentes, pero tú debes seguir a Dios.

Eclesiastés 5:8

Si ves gente pobre en algún lugar siendo oprimida, o la verdad y la justicia violada, no te escandalices por ello, porque cada funcionario es responsable ante otros más altos, y hay funcionarios por encima de ellos también.

Eclesiastés 7:25

Dirigí mis pensamientos a descubrir, investigar y averiguar más sobre la sabiduría y lo que tiene sentido. Quería saber más sobre lo estúpido que es el mal y lo ridículo que es ser un insensato.

Eclesiastés 7:7

Extorsionar a los demás convierte a los sabios en insensatos, y aceptar sobornos corrompe la mente.

Deuteronomio 2:30

Pero Sehón, rey de Hesbón, se negó a dejarnos pasar, porque el Señor su Dios le dio un espíritu terco y una actitud obstinada, para entonces entregárnoslo, como lo ha hecho ahora.