Los fundamentos del muro de la ciudad estaban decorados con todo tipo de piedras preciosas. El primero era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de calcedonia, el cuarto de esmeralda,
Y frente al trono se extendía un mar de vidrio, transparente como el cristal. En el centro, y alrededor del trono había cuatro criaturas vivientes cubiertas de ojos, por delante y por detrás.