La ciudad era cuadrada. La longitud era la misma que la anchura. Midió la ciudad con una vara, y era de 12:000 estadios. La longitud, la anchura y la altura, eran iguales.
Midió la sala que había junto al santuario interior, de veinte codos de largo y veinte de ancho. Me dijo: “Este es el Lugar Santísimo”.
Así midió los cuatro lados. Había un muro que lo rodeaba, de quinientos codos de largo y quinientos de ancho, que separaba lo sagrado de lo común.
La distancia alrededor del exterior de la ciudad será de 18.000 codos. Desde ese día el nombre de la ciudad será “El Señor está allí”.
El ángel que me habló tenía una vara de medir para medir la ciudad, sus puertas, y su muro.
Entonces midió el muro y era de codos de grosor en medida humana, que era la medida que usaba el ángel.