“Si alguien no los recibe bien, y se niega a escuchar el mensaje que ustedes tienen que decir, entonces váyanse de esa casa o de esa ciudad, sacudiendo el polvo de sus pies mientras se marchan.
Entonces ese amigo responde desde el fondo de la casa, diciendo: ‘No me molestes, ya cerré la puerta con llave y mis hijos y yo ya nos acostamos a dormir. Ahora no puedo levantarme a darte nada’.
Si alguno pregunta sobre Tito, digan que es mi compañero. Trabaja conmigo en favor de ustedes. Los otros hermanos son representantes de las iglesias y que honran a Cristo.
De hecho, le pido a mi compañero de trabajo, que ayude a estas mujeres, pues ellas trabajaron conmigo en la predicación de la buena noticia, así como Clemente y mis demás compañeros, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.
y Jesús—también llamado Justo—quienes son los únicos judíos cristianos entre los que trabajan conmigo aquí por el reino de Dios, y son hombres que han sido de gran ayuda para mí.
y enviarles a Timoteo. Él es nuestro hermano y compañero en la obra de Dios y en la predicación de la buena nueva de Cristo. Lo enviamos para fortalecerlos y animarlos en su fe en Dios
Así que si logro ir a visitarlos, dejaré claro lo que él ha estado haciendo. Pues ha estado acusándonos falsamente. Y no satisfecho con eso, se niega a recibir a algún otro hermano. Tampoco permitirá que otros los reciban, y expulsa de la iglesia a quienes lo hacen.