Colocaron el Arca de Dios en un carro nuevo y la trajeron desde la casa de Abinadab, que estaba en una colina. Uza y Ahío, hijos de Abinadab, dirigían el carruaje
Por no haber estado allí la primera vez para llevar el Arca, el Señor, nuestro Dios, estalló en violencia contra nosotros. No la tratamos de acuerdo con sus instrucciones”.
“Así que preparen un nuevo carro, tirado por dos vacas con crías y que nunca hayan sido uncidas. Aten las vacas al carro, pero quiten sus terneros y pónganlos en un establo.
Entonces el pueblo de Quiriat-jearim vino y se apropió del Arca del Señor. La pusieron en la casa de Abinadab, en la colina. Designaron a su hijo Eleazar para cuidar el Arca del Señor.