Entonces fue con todos sus hombres a Baalá, en Judá, para traer de vuelta el Arca de Dios, que pertenece al Señor Todopoderoso, que está sentado entre los querubines que están sobre el Arca.
Por favor escúchanos, pastor de Israel, tú, que guías a los descendientes de José como a un rebaño. Tú, que te sientas en tu trono sobre los querubines, brilla
A ellos se les explicó que lo que hacían no era para ellos mismos, sino para ustedes, pues aquello de lo que ellos hablaron, ustedes lo han aprendido de aquellos que compartieron la buena noticia con ustedes por el Espíritu Santo que el cielo envió. ¡Hasta los ángeles quieren saber sobre esto!
Así que el ejército envió hombres a Silo, y trajeron de vuelta el Arca del Pacto del Señor Todopoderoso, el que está sentado en su trono entre los querubines. Ofni y Finees, los dos hijos de Elí, estaban allí con el Arca del Pacto del Señor.
Entonces enviaron mensajeros al pueblo de Quiriat-jearim para decirles: “Los filisteos han devuelto el Arca del Señor. Desciendan y llévensela a casa”.
Entonces el pueblo de Quiriat-jearim vino y se apropió del Arca del Señor. La pusieron en la casa de Abinadab, en la colina. Designaron a su hijo Eleazar para cuidar el Arca del Señor.