Tiempo después, el rey Hiram de Tiro envió representantes a David, junto con madera de cedro, carpinteros y canteros, construyeron un palacio para David.
Alabado sea el Señor, tu Dios, que tanto se complace en ti, que te puso en su trono como rey para gobernar en su nombre. Por el amor de tu Dios a Israel los ha asegurado para siempre, y te ha hecho rey sobre ellos para que hagas lo justo y lo correcto”.
De esta manera David se dio cuenta de que el Señor lo había colocado en el trono como rey de Israel y había bendecido apoyando su reino por el bien del pueblo del Señor, Israel.
Si te quedas callada ahora, la ayuda y el rescate llegarán a los judíos desde algún otro lugar, y tú y tus parientes morirán. Quién sabe: ¡podría ser que hayas venido a ser reina para un momento como éste!”
No es porque yo tenga más sabiduría que nadie por lo que se me ha revelado este misterio, sino para explicar a Tu Majestad en qué estabas pensando para que pudieras entenderlo.