Tiempo después, el rey Hiram de Tiro envió representantes a David, junto con madera de cedro, carpinteros y canteros, construyeron un palacio para David.
Entonces los constructores de Salomón y de Hiram, junto con los hombres de Guebal, cortaron la piedra. Prepararon la madera y la piedra para construir el Templo.
Pagaron a albañiles y carpinteros, y proporcionaron comida y bebida y aceite de oliva a los habitantes de Sidón y Tiro para que trajeran troncos de cedro del Líbano a Jope por mar, tal como había autorizado el rey Ciro de Persia.
“Hijo de hombre, porque Tiro dijo de Jerusalén: ‘¡Oh, qué bien! La puerta comercial de las naciones se ha roto: se ha abierto de par en par para mí. Ahora que Jerusalén ha sido destruida, seré rico’,
El límite giraba entonces hacia Ramá y luego hacia la ciudad fortificada de Tiro, girando hacia Josá y terminaba en el mar. Las ciudades incluían Mehebel, Aczib,