Joab informó al rey del número de personas que habían sido contadas. En Israel había 800.000 hombres combatientes que podían usar la espada, y en Judá había 500.000.
Los descendientes de Judá, hombres de veinte años o más, fueron registrados por nombre según los registros genealógicos de su tribu y sus familias. Todos los hombres inscritos, que estaban aptos para servir en el ejército,