2 Samuel 22:9

Versión Biblia Libre

Humo salía de sus narices, y fuego de su boca, carbones ardientes que ardían ante él.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 22:13

De su resplandor brotaron carbones ardientes.

2 Samuel 22:16

El Señor rugió, y con el viento del aliento de su nariz se vieron los valles del mar y se descubrieron los cimientos de la tierra.

Job 4:9

Un soplo de Dios los destruye; una ráfaga de su cólera los aniquila.

Salmos 18:15

Rugiste, ¡Oh Señor! Y por el poder del viento que salió de tus fosas nasales los valles del mar fueron expuestos, y las bases de la tierra quedaron al descubierto.

Salmos 18:8

Humo salió de sus fosas nasales y fuego de su boca. Había carbones ardientes quemándose delante de él.

Éxodo 19:18

El humo se derramó sobre todo el Monte Sinaí porque la presencia del Señor había descendido como el fuego. El humo se elevó como el humo de un horno, y toda la montaña tembló furiosamente.

Éxodo 24:17

Para los israelitas la gloria del Señor parecía un fuego ardiente en la cima de la montaña.

Isaías 30:27

¡Mira cómo llega el Señor desde lejos, ardiendo de ira y acompañado de espesas nubes de humo! Lo que dice muestra su ira: es como un fuego que lo quema todo.

Isaías 30:33

El lugar de incineración ha sido preparado hace mucho tiempo, listo para el rey. Su pira fúnebre es profunda y ancha, y tiene mucho fuego y leña. El soplo del Señor le prende fugo, como un torrente de azufre ardiente.

Jeremías 15:14

Entonces haré que sus enemigos los conviertan en sus esclavos en un país desconocido, porque me enfadaré tanto que será como encender un fuego que te quemará.

Jeremías 5:14

Esta es la respuesta del Señor Dios Todopoderoso: Por lo que has dicho, haré que mis palabras sean como un fuego en tu boca y que tú seas como la leña que quema.

Habacuc 3:5

Delante de él viene la plaga, y la enfermedad sigue a sus pies.

Deuteronomio 32:22

Mi ira se ha encendido, quemando hasta las profundidades de la tumba, destruyendo la tierra y todo lo que produce, incluso prendiendo fuego a los cimientos de las montañas.

Hebreos 12:29

Porque “nuestro Dios es fuego consumidor”.