2 Pedro 3:12

Versión Biblia Libre

esperando con ilusión y deseo la venida del día del Señor. Ese día los cielos arderán en llamas, y los elementos se fundirán.

Referencias Cruzadas

Salmos 50:3

Nuestro Dios llegará, y no se quedará quieto. Llamas de fuego vienen detrás de él, quemando todo a su alrededor; una feroz tormenta se mueve alrededor de él.

Isaías 24:19

La tierra tiembla por completo, se desgarra y se sacude violentamente.

Isaías 34:4

El sol, la luna y las estrellas del cielo se desvanecerán, y los cielos se enrollarán como un pergamino. Todas las estrellas caerán como hojas secas de una vid, como higos secos de una higuera.

Miqueas 1:4

Las montañas se derriten bajo sus pies y los valles se resquebrajan, tal como la cera ante el fuego y el agua que se corta por una pendiente. Todo esto sucede por la rebelión de los descendientes de Jacob, y los pecados del pueblo de Israel.

Mateo 16:27

Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, junto con sus ángeles. Entonces le dará a cada uno lo que merece conforme a lo que haya hecho.

Mateo 16:28

Les digo la verdad: hay algunos aquí que no morirán antes de que vean al Hijo del hombre venir en su reino”.

Filipenses 1:6

Estoy completamente seguro de que Dios, quien comenzó esta buena obra en ustedes, la continuará y la terminará eficazmente cuando Jesucristo regrese.

Tito 2:13

mientras aguardamos la maravillosa esperanza de la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

2 Pedro 3:10

Sin embargo, el día del Señor vendrá, y será inesperadamente, como la venida de un ladrón. Los cielos explotarán con un rugido atronador, y los elementos se destruirán al ser consumidos. La tierra y todo lo que hay en ella se desvanecerá.

2 Pedro 3:11

Y como todo quedará destruido de esta manera, ¿qué clase de gente debemos ser? Debemos vivir de manera pura, consagrados a Dios,

2 Pedro 3:4

“¿Qué sucedió entonces con la venida que prometió?” preguntan. “Desde que murieron nuestros ancestros, todo ha seguido igual, desde la creación del mundo”.

2 Pedro 3:7

Pero por medio de esa misma orden divina, los cielos y la tierra que existen ahora están reservados para la destrucción con fuego en el día del juicio, cuando sean destruidos los malvados.

Judas 1:21

manténganse a salvo en el amor de Dios, y esperen la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, que otorga vida eterna.