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Referencias Cruzadas
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2 Pedro 3:10

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Sin embargo, el día del Señor vendrá, y será inesperadamente, como la venida de un ladrón. Los cielos explotarán con un rugido atronador, y los elementos se destruirán al ser consumidos. La tierra y todo lo que hay en ella se desvanecerá.

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36 Referencias Cruzadas  

Y ellos llegarán a su fin, pero tú no. Todos ellos se desgastarán como la ropa, y tú los cambiarás y los tirarás.

Las naciones están en confusión, Los reinos colapsan. Dios levanta su voz y la tierra se estremece.

Las montañas se derriten como cera en la presencia del Señor, ante el Señor de toda la tierra.

El Señor ha reservado un día en el que se ocupará de los orgullosos y arrogantes. Acabará con toda la altivez, y los derribará.

La tierra tiembla por completo, se desgarra y se sacude violentamente.

El sol, la luna y las estrellas del cielo se desvanecerán, y los cielos se enrollarán como un pergamino. Todas las estrellas caerán como hojas secas de una vid, como higos secos de una higuera.

Mira a los cielos y mira a la tierra de abajo. Los cielos desaparecerán como el humo, la tierra se desgastará como la ropa vieja. Los pueblos que la habitan morirán como moscas, pero mi salvación durará para siempre, y mi camino de bondad y de derecho nunca será destruido.

¡Oh qué día terrible! Porque el día del Señor está cerca, y vendrá como destrucción del Todopoderoso.

¡Hagan sonar la trompeta en Sión! ¡Hagan sonar la alarma en mi monte santo! Que todos los que habitan la tierra tiemblen porque el día del Señor se acerca. ¡Está a las puertas!

El sol se oscurecerá, y la luna se pondrá roja como la sangre, a medida que se aproxima el grande y terrible día del Señor”.

Hay grandes multitudes en el valle del veredicto del Señor. Porque el día del Señor está cerca en el valle de su veredicto.

¡Miren! Se acerca el tiempo, dice el Señor, cuando el que ara tomará el lugar del segador; y el que trilla tomará el lugar del que siembra. Las montañas destilarán vino dulce, y éste fluirá de todas las colinas.

El Señor de poder toca la tierra y ésta se derrite. Y todos sus habitantes se lamentan. La tierra sube como el río Nilo cuando se desborda, y luego vuelve a caer.

Las montañas se derriten bajo sus pies y los valles se resquebrajan, tal como la cera ante el fuego y el agua que se corta por una pendiente. Todo esto sucede por la rebelión de los descendientes de Jacob, y los pecados del pueblo de Israel.

Los montes tiemblan en su presencia y las colinas se derriten. La tierra tiembla ante él, todo el mundo y los que en él habitan.

¡Miren! Yo enviaré a Elías el profeta antes de que llegue el día del Señor, ese día grande y terrible.

El cielo y la tierra podrán perecer, pero mis palabras no morirán.

El cielo y la tierra llegarán a su fin, pero mis enseñanzas no.

Pero recuerden esto: si el dueño de una casa supiera cuándo viene un ladrón, permanecería alerta y no dejaría que entre en su casa.

Porque Dios permitió que fuera frustrado el propósito de la creación.

Él también les dará fortaleza hasta el final, a fin de que se mantengan rectos hasta el día del Señor Jesucristo.

Entreguen a este hombre en manos de Satanás a fin de que su naturaleza pecaminosa sea destruida y él mismo pueda ser salvo en el día del Señor.

aunque ahora solo entiendan en parte, a fin de que cuando el Señor venga, ustedes estén orgullosos de nosotros, como nosotros de ustedes.

Ustedes mismos saben bien que el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche.

Pero ustedes, hermanos y hermanas, no están en tinieblas respecto a esto, de modo que no serán tomados por sorpresa cuando venga como ladrón en el Día del Juicio.

Y como todo quedará destruido de esta manera, ¿qué clase de gente debemos ser? Debemos vivir de manera pura, consagrados a Dios,

esperando con ilusión y deseo la venida del día del Señor. Ese día los cielos arderán en llamas, y los elementos se fundirán.

Pero por medio de esa misma orden divina, los cielos y la tierra que existen ahora están reservados para la destrucción con fuego en el día del juicio, cuando sean destruidos los malvados.

Incluso a los ángeles que estaban inconformes con las posiciones que Dios les había dado y que abandonaron sus debidos sitios, él los ha puesto eternamente en cadenas de oscuridad hasta el gran Día del Juicio.

(¡Estén atentos! Vendré como un ladrón. Benditos los que están vigilantes, y han alistado sus ropas para no tener que salir desnudos y ser avergonzados).

Entonces vi un gran trono blanco con Uno sentado en él. El cielo y la tierra desaparecieron, y no existían más.

Entonces vi un nuevo cielo y una nueva tierra. El primer cielo y la primera tierra habían desaparecido, y el mar ya no existía más.

“Así que acuérdense de cómo recibieron este mensaje, y lo que escucharon. Observen lo que se les enseñó, y arrepiéntanse. Si no están alerta, vendré inesperadamente, como un ladrón, y no sabrán a qué hora vendré.

El cielo desapareció como cuando un pergamino se enrolla, y todas las montañas e islas fueron removidas de su sitio.




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