2 Corintios 10:4

Versión Biblia Libre

Nuestras armas no son de este mundo, pero tenemos el poder de Dios que destruye fortalezas del pensamiento humano, y derriba teorías engañosas.

Referencias Cruzadas

Salmos 110:2

El Señor extenderá tu poderío desde Sión; y gobernarás sobre tus enemigos.

Isaías 30:25

En ese tiempo, cuando tus enemigos sean asesinados y las fortalezas caigan, correrán arroyos de agua por todas las montañas y colinas.

Jeremías 1:10

Hoy te he puesto sobre naciones y reinos para arrancar y derribar, para destruir y demoler, para construir y plantar”.

Jeremías 23:29

¿No arde mi palabra como el fuego? pregunta el Señor. ¿No es como un martillo que rompe una roca?

Hechos 7:22

“Moisés recibió instrucción en todas las áreas del conocimiento conforme a los Egipcios, y se convirtió en un gran orador y líder.

Romanos 13:12

¡La noche casi termina, el día casi está aquí! Así que despojémonos de nuestras malas obras y vistámonos de la armadura de la luz.

Romanos 6:13

y no usen ninguna parte de su cuerpo como herramientas de pecado para el mal. Por el contrario, conságrense a Dios como quienes han sido traídos de vuelta a la vida, y usen todas las partes de su cuerpo como herramientas para hacer el bien para Dios.

1 Corintios 2:5

De este modo su confianza en Dios no estaría fundada en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios.

1 Corintios 9:7

¿Acaso qué soldado alguna vez tuvo que pagar su propio salario? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién alimenta un rebaño y no consume su leche?

2 Corintios 10:8

Aunque pareciera que me enorgullezco mucho de nuestra autoridad, no me avergüenzo de ello. El Señor nos dio esta autoridad para edificarlos a ustedes, no para destruirlos.

2 Corintios 13:10

Por eso les escribo sobre esto ahora que no estoy con ustedes, para que cuando sí esté allá, no tenga necesidad de tratarlos con dureza e imponiendo mi autoridad. El Señor me dio autoridad para edificar, no para destruir.

2 Corintios 3:5

No porque consideremos que nosotros mismos podemos hacerlo, sino que Dios nos da este poder.

2 Corintios 4:7

Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para demostrar que este poder supremo proviene de Dios y no de nosotros.

2 Corintios 6:7

Hablamos con fidelidad, viviendo en el poder de Dios. Nuestras armas son lo verdadero y lo recto; atacamos con nuestra mano derecha y nos defendemos con la izquierda,

1 Tesalonicenses 5:8

Pero como nosotros pertenecemos al día, debemos mantener nuestras mentes limpias, ceñidos con la coraza de fe y amor, y usando como casco la esperanza de la salvación.

1 Timoteo 1:18

Estas son las instrucciones que quiero darte, Timoteo, mi hijo, siguiendo las profecías que te han traído hasta aquí, para que puedas pelear la buena batalla.

2 Timoteo 2:3

Sufre conmigo como un buen soldado de Cristo Jesús.

Hebreos 11:30

Por la fe en Dios, los israelitas marcharon alrededor de los muros de Jericó durante siete días, y los muros cayeron.

Josué 6:20

Tan pronto como oyeron el sonido de las bocinas, el pueblo dio un fuerte grito, y las murallas de la ciudad se derrumbaron. Los hombres entraron de inmediato y capturaron la ciudad.