Al saber quiénes eran los de Mardoqueo, descartó la idea de matar sólo a Mardoqueo. Decidió matar a todos los judíos de todo el imperio persa, ¡a todo el pueblo de Mardoqueo!
¿Van a entregarme los jefes de la ciudad de Keila? ¿Va a venir Saúl, como he oído? Señor, Dios de Israel, por favor, dímelo”. “Sí, vendrá”, respondió el Señor.