Aquis les dijo a sus oficiales: “¡Como ven, ese hombre está completamente loco! ¿Por qué me lo han traído?
Siempre alabaré al Señor; mi boca continuamente lo alabará.
Extorsionar a los demás convierte a los sabios en insensatos, y aceptar sobornos corrompe la mente.
Así que cambió su forma de actuar con ellos y se hizo el loco. Hizo marcas en las puertas de la ciudad y dejó que su saliva corriera por su barba.
¿Acaso necesito más locos para que me traigan a este hombre y que se vuelva loco delante de mí? ¿Creen que voy a dejar que entre en mi casa?”