Tenía en la cabeza un casco de bronce y llevaba una cota de malla de bronce que pesaba cinco mil siclos.
¡Pongan los arneses a los caballos y suban a sus carros; tomen sus posiciones con los cascos puestos! Afilen sus lanzas y pónganse la armadura.
Usen el casco de la salvación, y lleven la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Entonces salió del campamento filisteo un campeón. Se llamaba Goliat, de Gat, y medía seis codos y un palmo.
En las piernas llevaba una armadura de bronce y una jabalina colgada entre sus hombros.