En cierta ocasión, después haber comido y bebido en Silo, Ana se levantó y se dirigió al Templo. El sacerdote Elí estaba sentado en su silla junto a la entrada del Templo del Señor.
entonces su señor lo llevará ante los jueces. Luego lo pondrá de pie contra la puerta o el poste de la puerta y usará una herramienta de metal para hacerle un agujero en la oreja. Entonces trabajará para su amo de por vida.
Samuel permaneció en la cama hasta la mañana. Luego se levantó y abrió las puertas del Templo del Señor como de costumbre. Tenía miedo de contarle a Elí la visión.
Cuando llegó, Elí estaba sentado en su silla junto al camino, atento a las noticias porque estaba preocupado por el Arca de Dios. Cuando el hombre llegó a la ciudad y dio su informe, todo el pueblo lloró a gritos.