Decidí que mientras estaba con ustedes no deseaba concentrarme en nada más, excepto en Jesucristo, y en su crucifixión.
La vida eterna es esta: conocerte, a ti que eres el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien enviaste.
¡Oh, gálatas, cuán insensatos! ¿Quién los puso bajo hechizo? ¡La muerte de Jesucristo en una cruz les fue mostrada claramente para que pudieran ver!
Ojalá yo nunca me jacte de nada, excepto en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Por medio de esta cruz, el mundo ha sido crucificado para mí, y yo he sido crucificado en lo que tiene que ver con el mundo.