Por todo esto, el rey Ezequ as y el profeta Isa as, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo.
Juan 12:38 - Biblia Castilian 2003 As se cumpl a el oráculo que pronunció el profeta Isa as: Se or, ¿quién creyó en nuestro mensaje? ¿Y a quién se ha revelado el poder del Se or? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Biblia Nueva Traducción Viviente Eso era precisamente lo que el profeta Isaías había predicho: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?». Biblia Católica (Latinoamericana) Tenía que cumplirse lo dicho por el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha dado crédito a nuestras palabras? ¿A quién fueron revelados los caminos del Señor? La Biblia Textual 3a Edicion para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién fue revelado el brazo del Señor?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así se cumplía el oráculo que pronunció el profeta Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestro mensaje? ¿Y a quién se ha revelado el poder del Señor? Biblia Reina Valera Gómez (2023) para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? |
Por todo esto, el rey Ezequ as y el profeta Isa as, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo.
Tú mismo, con tu mano, despose ste pueblos, a fin de establecerlos, maltrataste naciones para hacerles espacio.
Inminente, cercana está mi justicia, como luz sale mi salvación, y mis brazos juzgan a los pueblos. Las islas esperan en m y en mi brazo conf an.
¡Despierta, despierta, v stete de fuerza, brazo de Yahveh! ¡Despierta como en los d as de anta o, como en las generaciones antiguas! ¿No fuiste tú quien hendió a Ráhab, quien traspasó al dragón?
Jesús le respondió: 'Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás; porque ni la carne ni la sangre te lo ha revelado, sino mi Padre que está en los cielos.
A pesar de haber realizado Jesús tantas se ales en presencia de ellos, no cre an en él.
Pero esto es para se cumpla lo que está escrito en su ley: Me han odiado sin motivo.'
Mientras yo estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, en ese nombre que me has dado, y velé por ellos; ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición. Y as se cumplió la Escritura.
Dijéronse entonces los soldados: 'No hay que rasgarla, vamos a echarla a suertes, a ver a quién le toca'. As se cumplió la Escritura: Repartieron mis vestidos entre s, y sobre mi túnica echaron suertes. Esto es justamente lo que hicieron los soldados.
Pero no todos aceptaron el evangelio. Ya lo dice Isa as: Se or, ¿quién ha cre do nuestra predicación?
Luego Isa as se atreve a decir: Me dejé encontrar por los que no me buscaban, me manifesté a quienes no preguntaban por m.
mas, para los que han sido llamados, tanto jud os como griegos, Cristo es poder de Dios y sabidur a de Dios.
revelar a su Hijo en m, para que yo lo anunciara entre los gentiles, en seguida, sin consultar con nadie,