Cuando, después que se hubo unido a Betsabé, vino a su encuentro el profeta Natán.
Apocalipsis 1:5 - Biblia Castilian 2003 y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y al que nos libró de nuestros pecados con su sangre Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, Biblia Nueva Traducción Viviente y de Jesucristo. Él es el testigo fiel de estas cosas, el primero en resucitar de los muertos y el gobernante de todos los reyes del mundo. Toda la gloria sea al que nos ama y nos ha libertado de nuestros pecados al derramar su sangre por nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) y de parte de Cristo Jesús, el testigo fiel,
el primer nacido de entre los muertos, el rey de los reyes de la tierra.
El nos ama La Biblia Textual 3a Edicion y de Jesús el Mesías, el Testigo fiel, el Primogénito de los muertos y el Soberano de los reyes de la tierra.° Al que nos ama y nos libertó° de nuestros pecados con su sangre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y al que nos libró de nuestros pecados con su sangre Biblia Reina Valera Gómez (2023) y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su propia sangre, |
Cuando, después que se hubo unido a Betsabé, vino a su encuentro el profeta Natán.
Mira: testigo para los clanes lo hice, caudillo y soberano de los pueblos.
El rey mandó llamar a los magos y adivinos, a los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran aquel sue o. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.
Le fueron concedidos dominio, gloria e imperio; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino es un reino que no perecerá.
Pero si después de lavado el vestido, tejido, urdimbre o cualquier objeto de cuero, ha desaparecido la mancha se lavará por segunda vez y quedará puro.
'Aquel d a habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén contra el pecado y la impureza.
de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.
Y acercándose Jesús a ellos, les habló as: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que hab a llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
'Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que as os améis los unos a los otros como yo os he amado.
Entonces le dijo Pilato: '¿Conque tú eres rey?'. Respondió Jesús: 'S, soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz'.
De verdad, te aseguro: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto; pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio.
Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que ninguno de los que creen en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
da testimonio de lo que ha visto y o do, pero nadie quiere aceptar su testimonio.
Tened cuidado de vosotros mismos y de toda la grey, en la cual el Esp ritu Santo os ha constituido inspectores para pastorear la Iglesia de Dios que él se adquirió con su propia sangre.
que el Cristo habr a de padecer, que ser a el primero en resucitar de entre los muertos y que anunciar a la luz al pueblo y a las naciones'.
al que Dios públicamente presentó como medio de expiación por su propia sangre, mediante la fe, a fin de mostrar su justicia al pasar por alto los pecados cometidos anteriormente,
En todas estas cosas salimos plenamente vencedores por medio de aquel que nos amó.
Y esto erais algunos; pero fuisteis lavados, fuisteis consagrados a Dios pero fuisteis justificados en el nombre del Se or Jesucristo y en el Esp ritu de nuestro Dios.
Y ya no vivo yo; es Cristo quien vive en m. Y respecto del vivir ahora en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a s mismo por m.
Dios, sin embargo, rico como es en misericordia, por el mucho amor con que nos amó,
Caminad en amor, como también Cristo os amó y se entregó a s mismo por nosotros como ofrenda y v ctima a Dios de calmante aroma.
No tendrán heredad en medio de sus hermanos: Yahveh es su heredad, según él les ha dicho.
porque no salieron a vuestro encuentro al camino con pan y agua, cuando salisteis de Egipto, y porque el moabita alquiló contra ti, para maldecirte, a Balaán, hijo de Beor, de Petor, en Aram Naharáin.
sino porque Yahveh os amó y porque quiso guardar el juramento que hizo a vuestros padres; por eso os sacó Yahveh de Egipto con mano poderosa y os rescató de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto.
Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia; él, que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que as él tenga primac a en todo:
Y ahora, en la presencia de Dios, que da vida a todos los seres, y de Cristo Jesús, que proclamó tan bella confesión ante Poncio Pilato, te encargo solemnemente
manifestación que a su tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único soberano el Rey de los reyes y Se or de los se ores;
¿de cuánto más duro castigo pensáis que será reo el que ha pisoteado al Hijo de Dios, ha tenido por impura la sangre de la alianza con la que fue consagrado y ha ultrajado al Esp ritu de la gracia?
¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del esp ritu eterno, se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras muertas, para que rindamos culto al Dios vivo!
sino con sangre preciosa, como de cordero sin defecto ni tara, la de Cristo,
Pero si caminamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros; y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como sacrificio de purificación por nuestros pecados.
Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que dec an: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Se or y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.
Yo encargaré a mis dos testigos que profeticen durante mil doscientos sesenta d as, vestidos de sayal.
Lucharán contra el Cordero, pero el Cordero, junto con los suyos, los llamados, elegidos y fieles, los vencerá porque es Se or de se ores y Rey de reyes '.
Vi entonces el cielo abierto y apareció un caballo blanco. Su jinete se llama 'fiel y veraz', porque juzga y hace guerra según justicia.
Sobre el manto y sobre el muslo lleva escrito un nombre: 'REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES'.
'Conozco dónde moras: all donde está el trono de Satanás. Mantienes firme mi nombre y no has negado mi fe, ni en los d as de Antipas, mi testigo, mi fiel, que fue muerto entre vosotros, ah donde mora Satanás.
Al ángel de la Iglesia de Laodicea escribe: 'Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios:
Yo le respond: 'Se or m o, tú lo sabes'. Él me dijo: 'Éstos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado sus vestidos y los han blanqueado en la sangre del Cordero.