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Mateo 26:28 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

28 porque esta es la sangre de mi pacto, que es derramada para perdón de los pecados de muchos.

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Biblia Reina Valera 1960

28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 porque esto es mi sangre, la cual confirma el pacto entre Dios y su pueblo. Es derramada como sacrificio para perdonar los pecados de muchos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 porque esto es mi sangre° del° pacto,° la cual es derramada a favor de muchos, para perdón de pecados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 porque esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos, para perdón de los pecados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

28 porque esto es mi sangre del nuevo testamento, la cual es derramada por muchos para remisión de pecados.

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Mateo 26:28
26 Tagairtí Cros  

así como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y entregar su vida para rescatar a muchos.


Y tomando la copa, habiendo dado gracias dijo: – Todos beban de ella;


Les digo algo, desde ahora, nunca más beberé esta copa, hasta que llegue el día cuando yo la beba nuevamente junto con ustedes en el reino de mi Padre.


Perdona nuestros pecados, así como debemos perdonar a los que nos han hecho daño.


Apareció Juan, bautizando en el desierto, anunciando un bautismo de arrepentimiento, un bautismo que promueve el cambio de mentalidad que se refleja en un cambio de conducta para lograr el perdón de sus pecados.


y les dijo: – Esta es mi sangre, señal del nuevo pacto, que será derramada en favor de muchos.


Tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: – Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes, hagan esto en memoria de mí.


Igualmente, después de haber cenado, tomó la última copa de la ceremonia pascual y dijo: – Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes.


Pero el pecado de Adán no puede compararse con la gracia de Dios. Pues, si por el pecado de un solo hombre todos recibieron la muerte, ¡mucho mayor fue el don de la salvación que vino por la gracia también a través de un solo hombre, Jesucristo, y abundó para todos!


Porque así como por la desobediencia de uno, muchos fueron hechos pecadores, también por la obediencia de uno, muchos serán hechos justos.


De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: – Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre. Hagan esto todas las veces que lo necesiten, en memoria mía.


en quien tenemos redención por medio de su sangre y el perdón por nuestros pecados, de acuerdo a la riqueza creativa de su gracia,


en quien tenemos la redención y el perdón de nuestros pecados.


por medio de Cristo todas las cosas que están en la tierra y las que están en los cielos fueron reconciliadas con Dios, estableciendo la paz, a través de la sangre derramada en la cruz.


¿qué creen que le pasará al que desprecia al Hijo de Dios? Es seguro que recibirá mayor castigo por considerar la sangre de Cristo una basura; esa sangre que estableció la nueva alianza lo había purificado de sus pecados, por eso recibirá un castigo peor por insultar al Espíritu de gracia.


Y el Dios de paz, que resucitó de la muerte a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por medio de la sangre de la alianza eterna,


así también Cristo murió una sola vez para perdonar los pecados de muchos. Así que, la próxima vez que Él se manifieste, ya no será para ofrecerse por los pecados, sino que el resultado para todos los que están esperando encontrarlo será la salvación plena.


Él perdona nuestros pecados, no solamente los nuestros, sino los pecados del mundo entero.


Yo le respondí: “Tú lo sabes, señor”. Entonces me dijo: “Son los que han pasado por un gran sufrimiento, han lavado su ropa y la blanquearon en la sangre del Cordero.


Después de esto, vi aparecer una gran multitud de personas provenientes de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan numerosa que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de ropa blanca y sosteniendo ramas de palmas en sus manos.


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