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Mateo 12:46 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

46 Cuando Jesús estaba hablando con la gente, se presentaron su madre y sus hermanos, ellos estaban afuera tratando de hablar con Él.

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Biblia Reina Valera 1960

46 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

46 Mientras Jesús hablaba a la multitud, su madre y sus hermanos estaban afuera y pedían hablar con él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

46 Mientras Jesús estaba todavía hablando a la muchedumbre, su madre y sus hermanos estaban de pie afuera, pues querían hablar con él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

46 Mientras Él aún estaba hablando a las multitudes, he aquí su madre y sus hermanos estaban fuera y procuraban hablarle.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

46 Todavía estaba él hablando al pueblo cuando su madre y sus hermanos, que se habían quedado fuera, intentaban hablar con él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

46 Y cuando Él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y querían hablar con Él.

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Mateo 12:46
26 Tagairtí Cros  

El nacimiento de Jesucristo fue así: María, la madre de Jesús, estaba comprometida en matrimonio con José, pero antes de que se casara, ella quedó embarazada por el Espíritu Santo.


Entonces, alguien le informó a Jesús: – Mira, tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo.


¿no se llama su madre María y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?


Cuando llegaron a la casa, vieron al niño junto con su madre María; se postraron ante el recién nacido y lo adoraron, y sacaron sus regalos para dárselos al niño: oro, incienso y mirra.


diciendo: – Levántate, toma al niño y a María, y regresen a Israel; porque han muerto los que buscaban asesinar al niño.


Nadie sobrepone un remiendo de una tela nueva sobre un vestido viejo, porque este remiendo de tela nueva puede desgarrar más el vestido viejo.


¿No es Él el carpintero? ¿Acaso no es el hijo de María, y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y acaso sus hermanas no están aquí entre nosotros? Y se escandalizaban de Él.


¿Por qué se me concede esta bendición, que la madre de mi Señor venga a visitarme?


Los padres de Jesús estaban maravillados de las cosas que Simeón dijo del niño.


Entonces, Simeón bendijo a los padres y dijo a María, su madre: – Mira, este niño fue enviado para la caída y la transformación de muchos en Israel, causará contradicción, y Él será atacado por su mensaje liberador;


Al verle, sus padres se quedaron completamente sorprendidos y su madre, María, le dijo: – Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo nos encontrábamos angustiados, buscándote desesperadamente.


Entonces Jesús regresó con sus padres a Nazaret; como buen hijo se sujetó a ellos. Y María guardaba cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.


Jesús les respondió: – A ustedes que son mis discípulos, ha sido revelado el misterio del reino de Dios; pero a los que no son mis discípulos, les enseño por medio de parábolas o comparaciones, para que entiendan muchas cosas; “pues aunque sus ojos están abiertos, no logran ver, y aunque sus oídos están abiertos, no pueden escuchar.”


Estaban junto a la cruz de Jesús un grupo de mujeres, entre ellas: la madre de Jesús, María la mujer de Cleofás, tía de Jesús y María Magdalena.


Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.


Después de esta señal, Jesús, su madre, sus hermanos y sus discípulos, descendieron a Cafarnaúm y permanecieron pocos días en este pueblo.


Ella dijo a los que estaban sirviendo: – Hagan todo lo que Él les diga.


Sus hermanos subieron a la fiesta, poco tiempo después Él también subió, pero permaneció escondido.


Sus hermanos le aconsejaron: – Ve a Judea. Demuestra allí las mismas señales que haces en Galilea y ganarás fama.


Ya que ni siquiera sus hermanos creían en Él.


Todos ellos estaban unidos en un mismo sentir y dedicados intensamente a la práctica de la oración, incluyendo las mujeres, entre ellas estaba María la madre de Jesús, junto con sus hermanos.


¿No tenemos derecho a viajar acompañados por una esposa cristiana como hacen los demás apóstoles, por ejemplo, Pedro y los hermanos del Señor?


pero en este tiempo no conocí a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el hermano del Señor;


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