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Lucas 19:22 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

22 El rey le respondió: – ¡Eres un empleado malo! Tú mismo te has condenado con tus propias palabras, si sabías que soy muy exigente, que pido hasta lo imposible y que no acepto negligencias;

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Biblia Reina Valera 1960

22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 »“¡Siervo perverso! —dijo el rey a gritos—. Tus propias palabras te condenan. Si sabías que era un hombre duro que tomo lo que no es mío y cosecho lo que no sembré,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Le contestó el rey: 'Por tus propias palabras te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado,

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Le dice: Mal siervo, de tu propia boca te juzgo. ¿Sabías que soy hombre severo, que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Él le contesta: 'Criado malo, por tus propias palabras te condeno. Sabías que yo soy hombre severo: que me llevo lo que no deposité, y cosecho lo que no sembré.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;

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Lucas 19:22
8 Tagairtí Cros  

Porque si pronuncian palabras edificantes que construyan a los demás, por estas palabras serán justificados, pero si pronuncian palabras que no construyen a los demás, por ellas mismas serán condenados.


y le dijo: – Compañero ¿cómo entró a este banquete, sin estar vestido con un traje apropiado para la boda? Pero el hombre no le contestó.


ya que tú eres tan exigente, te tuve miedo, pues sé que pides hasta lo imposible y no aceptas negligencias.


¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco? De esa manera, cuando yo llegara, lo hubiese retirado por lo menos con los intereses.


Todos sabemos lo que dice la ley, se acabaron las excusas, nadie puede declararse inocente; es para que todo el mundo reconozca que es culpable ante Dios.


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